Tras la salida parcial del cepo, el BCRA adoptó un esquema de bandas cambiarias que otorga mayor libertad al tipo de cambio, pero limita su intervención. Si bien el acuerdo con el FMI exige acumular reservas netas, el gobierno ha optado por moderar las compras de dólares para contener la inflación, especialmente en un contexto donde la baja de precios mejora su imagen pública.

Cachanosky advierte que no aprovechar la actual estacionalidad de la cosecha para comprar divisas podría dificultar el cumplimiento de las metas acordadas con el FMI, sobre todo ante vencimientos próximos por más de US$ 4.400 millones en julio. El informe también destaca la necesidad de prepararse para 2026, cuando los compromisos de deuda superarán los US$ 15.000 millones, y evalúa el posible regreso a los mercados internacionales si continúa la estabilización macroeconómica.

Desde ESEADE, este análisis busca contribuir al debate público y a la toma de decisiones estratégicas con una mirada clara y fundamentada sobre los desafíos económicos del país.

Lee el informe completo aquí