Como un alquimista que trasvasa elementos y genera otras capas de sentidos, la obra de Lisandro Aloi se halla en un devenir constante. Durante un tiempo breve, la abstracción se asienta entre la composición agigantada de la figura humana, la saturación expresionista de los colores y las ondulaciones de sus pensamientos, para luego volver a transformarse. Incorpora la simbología geométrica de una urbanidad que impondrá un nuevo orden, inquietante y perturbador, donde la imagen será puesta en crisis. Arquitecto y fotógrafo es un artista que boceta y encuadra visceralmente su emocionalidad en la tela, sigue el ritmo de su propia sinestesia, libera la imagen de su significante para ser reinterpretada por el observador. 

Esta muestra reúne once pinturas realizadas entre 2023 y 2024 en las que trabaja de forma dual, donde la obra convive con su par díptico, espejando y expandiendo los límites con una mirada alternativa, con un anclaje de significado, o con la fuga hacia elementos oníricos, fantásticos e irracionales. Son entradas de acceso a los campos más profundos del pensamiento que el artista intenta asir con sus manos, pero que se escurren como arena entre los dedos hacia figuraciones de tinte surrealista que fluyen en completa libertad, lejos de la atadura racional. 

Las pinturas abstractas, orgánicas, biomorfas, buscan evocar la fuerza primordial que, como Eros, parten del caos para generar deseos de vida, amor y reproducción. Sin embargo, se incorporan huellas de geometrías puras para mantener el equilibrio natural de los opuestos complementarios y expresar la relación lógica entre las formas y el espacio. Lisandro Aloi aborda temas universales como la materia de los pensamientos, los sueños, los deseos, la matriz urbana. Invita a conectar e intervenir en un devenir oscilante de emociones y sentidos que toma vida propia y sigue su curso.